La Pandemia y su Cuarentena
¿Qué piensan las personas sobre esta cuarentena?
Pasados ya varios días de la 1ª Cuarentena realmente mundial, y en la ansia de tratar de entender el porqué de esta nueva realidad tan distinta que fue impuesta a por lo menos 200 países de todo el planeta, conseguimos reunir la opinión de varias personas, de 9 países, con el objetivo de, quisa no explicar, pero por lo menos tenerse una noción de lo que las personas están pensando y, así, una esperanza de que sea una manera de ayudar a que cada uno forme su opinión.
Entre las muchas opiniones recibidas sobre el porqué de esta pandemia, pudimos verificar que hay por lo menos 10 teorías, entre ellas la de la sopa de murciélago, la de la fuga involuntaria del virus, la teoría de la conspiración china para dominar el mundo por medio de una guerra viral, la teoría de la ira de Dios, la teoría de la selección natural para extinguir a los menos productivos, entre otras.
Pero, es interesante entender lo que es una epidemia y que es una pandemia para que entonces sigamos. Según lo que nos informa la OMS – Organización Mundial de la Salud, órgano máximo de la salud en el mundo, la definición de epidemia es ”la propagación de una nueva enfermedad a un gran número de individuos, sin inmunización adecuada, en una zona específica” y una pandemia es “la diseminación mundial de una nueva enfermedad. Es la indicación de que una epidemia se difundió para dos continentes o más con transmisión sustentada de persona a persona”. Está claro, que para la OMS epidemia es un surto de alguna enfermedad nueva en un territorio menor, y una pandemia es la diseminación de esa epidemia a niveles territoriales mayores y que la diferencia entre una y otra es tanto el tamaño del territorio como la cantidad de personas.
Todos sabemos que esta no es la primera epidemia y ni siquiera la primera pandemia, como pudimos analizar por el concepto, otras muy grandes ya existieron, como por ejemplo, la epidemia, que puede ser considerada una pandemia, de la gripe española, que mató a aproximadamente a 20 millones de personas en todo el planeta, entre 1918 y 1919 (que, a lo contrario de lo que se creé, no comenzó en España, sino que fueron los diarios españoles los primeros a informarla a la población y que mató a un presidente de la republica de Brasil, el sr. Rodrigues Alves, en 1918), la epidemia de la Cólera que mató a miles de personas entre 1817 y 1824, en todo el planeta. Ya la famosa Peste Negra mató a aproximadamente asustadores 50 millones de europeos y asiáticos y, quizá una de las más recientes y silenciosas, la SIDA, que se calcula que ya mató a 20 millones de personas. No podemos olvidarnos de epidemias menores y ciertamente no menos importantes, que mataron a miles de indios, por el primer contacto con los europeos, en el territorio americano, o la epidemia de Fiebre Amarilla en Etiopia que ha dejado más de 20 mil muertos, entre otras. El hecho es que esta es la primera pandemia que obliga a más de la mitad de la población mundial a una reclusión forzada. Y además, esta es la primera pandemia que ocurre en un mundo globalizado, informado y cuya comunicación internacional se hace de manera simultánea.
Volviendo a nuestro tema, algunas personas que nos mandaron sus opiniones prefirieron mantener sus nombres en anonimato, pero se pudo percibir una consonancia con aquellas que en seguida presentamos. Algunas opiniones tienen cuño científico, otras tienen cuño espiritual, algunas, económico, entre otras maneras de interpretar, siempre tan personales, pero, no por eso menos importantes, representando así, el universo que existe en cada ser humano y en sus infinitas posibilidades de interpretar la realidad.
Por ejemplo, Carlos Giorgli P., residente en Bolivia entiende que, en su visión totalmente científica y racional, el virus debe haberse escapado del Laboratorio Nacional de Bioseguridad de Wuhan, en China y diseminado de manera involuntaria, pero no menos irresponsable. Carlos nos recuerda de la necesidad de que no nos olvidemos de esa actitud involuntaria cada vez que compremos un producto proveniente de ese país asiático.
Ya Juliana C. Lemos, residente en Balneário Camboriú, en la zona costera de Santa Catarina, estado del sur de Brasil, opina que “fue necesario un virus para unir a las familias, para que veamos lo cuanto le damos valor al dinero en detrimento a la vida, de la sonrisa, del amor al prójimo. Cuantas familias destrozadas, por la búsqueda de los bienes materiales, animales solo sirven si tienen raza, los sin raza son abandonados, todo errado, ojalá que eso todo ayude a dejarnos una enseñanza”.
No obstante, Rosangela Martins que vive en Miami, en la Florida, en los Estados Unidos opina que “todo es, y siempre fue, una jugada económica de que se quiere vender algo para contener al virus. ¡En tiempos pasados ya hubo otras pandemias, pero ninguna de ellas paró a casi todo el mundo! ¡Los números son tan alarmantes como ya fueron en otras situaciones y no por eso el mundo había parado”!
“Sabemos que en la historia nada tiene garantía” – sigue Rosangela – “ que gloria del pasado no es una garantía de la gloria en el futuro y que siempre detrás de un crecimiento viene una recesión y que, en seguida, ¡viene un crecimiento! Cabe a cada uno de nosotros aprovechar mejor la situación actual. Si uno está en un momento de crecimiento, tiene que aprovecharlo, si uno está en un momento de recesión tiene que abrir los ojos para las oportunidades, uno tiene que hacerse de nuevo, cuantas veces sea necesario… Nada es garantizado y nada es estático, la vida es dinámica y todos los días tenemos la oportunidad de hacer cosas nuevas”.
El sr. Alberto Paredes, habitante de Guayaquil, ciudad costera de Ecuador, opina que “está siendo una experiencia terrible, que nos hace analizar nuestras vidas, de como un virus puede colocar en apuros a todo el planeta. No obstante, estamos aprendiendo a ser más unidos, cooperativos y, lo más importante, ser más humanos. Del polvo somos, y al polvo seremos”.
El pastor Natanael Garcia Marques, maestro en Ciencias de la Religión, habitante de Porto União, en el interior del estado de Santa Catarina, al sur de Brasil, entiende que “fue un descuido de la humanidad que no cuidó del mundo creado por Dios y, que estaba en la búsqueda desenfrenada de la riqueza. Entonces, la naturaleza nos está mostrando como vivimos, deforestando, contaminando y destruyendo…”. El pastor sigue ponderando y concluye que “algo es cierto: la humanidad no será la misma después del pasaje de este virus, porque ha sido un fenómeno que afectó a todo el mundo y ciertamente afectará el comportamiento global”.
Finalmente, se concluye que la mayoría de aquellos que prefiere mantenerse anónimo y también de aquellos que dejaron sus nombres escritos en este artículo, la conclusión es prácticamente la misma: la cuarentena nos hizo parar y esta parada nos hizo repensar. Repensar el planeta, nuestras actitudes, nuestros pensamientos, nuestra vida en este planeta y nuestra relación para con él y para con nuestros iguales. Así siendo y resumiendo este momento, único de la humanidad, en una sola palabra, deberíamos todos juntos conjugar el verbo “repensar”.
1- Pedimos disculpas a aquellos que mandaron sus opiniones y nos los citamos, pero por problemas de espacio fue que sus nombres no fueron agregados.
2- Las imagenes fueron retiradas de la internet. No son de autoria de Peoplebook.
Pandemia voltada a religiosidade, os valores da família a serem resgatados