Don Ñipa era el hombre más sábio del lugar, una villa enclavada en los altos de las Cordilleras de los Andes y por ser el más sábio era considerado un xaman. No que su villa fuese una aldea indígena, pero era asi considerado por ser el curandero y también el consejero de toda la comunidad.

Vivia en una casa hecha de materiales de la zona, como madera, hojas, barro que aislaba perfectamente su cabaña protegiendolo de los frios vientos de la noche que venian de los valles deshabitados de la Cordillera.

Cuando joven había viajado mucho, estudiado y conocido muchas personas, muchos lugares, muchas culturas, muchas idiosincracias y muchas formas de interpretar el mundo. Esa experiencia en un primer momento, asustó a la gente de la villa, pero pasando el tiempo fueron verificando que sus pensamientos y sus ideas eran constructivas y lo aceptaron para el “Consejo de los Sábios” de la villa. Con la muerte de Lautaro, el xaman, Don Ñipa fue escogido por los ancianos como su seguidor.

En una linda tarde primaveral, Don Ñipa cuidaba de su jardín cuando Benancio lo viene a visitar y le cuenta que estaba assustado por oír anoche algunos aullidos que creía ser de algun animal y que vários hombres ya lo habian oído.

– El miedo es un grano de arena, pero hay montañas de arena  y por eso debemos combatirlos, pues cuanto mayores los hacemos más peligrosos ellos se hacen… He oído hablar de esos ruidos, pero me parece que solo se escuchan de madrugada, cierto?

– Si, DonÑipa. RespondeBenancio.

Don Ñipa piensa por algunos segundos y responde sin ceremonia.

– Es lindo ser dueño de tan graninocencia, pero usted debe reunir a todos los hombres que escucharon los aullidos, que lleven sus armas y torchas, hoy por la noche en frente a la iglesia. Llegaré allá a las 21:00 y de ahí saldremos a buscar ese animal que está asustando tanto.

Benancio no entendió muy bien la parte de la inocencia, pero entendió del lugar y del horario del encuentro y, además, de quien deberia estar allá, entonces corre a invitar a sus amigos.

Puntualmente todos estaban allá, incluso Don Ñipa, que aparentaba estar muy animado y feliz. La noche estaba raramente calma, ningún viento se sentía, la luna estaba llena y la temperatura agradable, Don Ñipa entonces lidera la gente y todos salieron en dirección al Valle del Maipo, a buscar a la criatura.

Anduvieron por casi una hora, entraron a una caverna, pasaron por el Lago Puyehue y la luna en él estaba refletida, pasaron por el puente del Inca hasta que Don Ñipa para y pide que todos lo escuchen:

– El conocimiento solo es adquirido por médio del dolor, del esfuerzo, pero muchas veces nos olvidamos de que los libros son cosa buena y tenemos que saber lo que dicen. Pero debemos unir el conocimiento con la sabiduría, tambien importante o quisá, mas importante, que el conocimiento técnico. Pero vamos seguir…

Ninguno de los 15 hombre, excepto Benancio entendió el porque de aquella parada. Benancio entiende que Don Ñipa queria decir algo como que, todos que estaban ahí deberian leer más.

Dos horas y media después, todos ya cansados y en el camino de vuelta a sus casas y sin haber encontrado animal alguno, pararon a las orillas del Lago Puyehue,otra vez, y Don Ñipa empieza a hablar mirando a todos, seriamente:

– ¿Saben porque no encontramos nada? Pido a todos que tomen agua del lago para entender.

Todos se dan vuelta, se agachan y comienzan a tomar de aquella agua esperando ver alli al animal feroz, pero no ven nada.

– Entendí, su mensaje, sábio hombre. En la superficie del agua aparece nuestra face, que es el unico animal feroz de esta zona, una información que deberíamos haber obtenido por medio de la lectura de los libros o por medio de la sabiduria, pues no existen animales que vivan en este lugar frío y abandonado. Gracias Don Ñipa por la enseñanza. Dice Benancio, demonstrando felicidad.

– Exacto, Benancio, pero además de eso, invité solamente a los hombres que escucharon los aullidos pues son los únicos que permanecen hasta tarde de la noche despiertos, probablemente tomando bebida alcoholica, un deshonor para sus familias…

Todos salieron de ahi con sentimentos conflitantes, felices por saber que el animal feroz no existiam pero tristes por haber llevado el tirón de oreja y por saber que sus familias podian estar tristes con sus comportamientos.