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La leyenda del zorzal

El zorzal despertó temprano ese día, eran las 5:00 de la mañana cuando comenzó sus primeros cantos.

– Siempre es asi, él despierta temprano, canta y después para de cantar a las 9:00, y comienza nuevamente a las 16:00 cantando hasta las 18:00, y siempre en el mismo lugar, hacen mas de 40 años – afirma Don Leónidas un señor ya jubilado de los trabajos del campo, sumando sus 75 años, bisnieto de esclavos, nascido y creado en esa zona.

– Por más de 40 años, don Léo? Imposible que un pájaro viva tanto tiempo! Afirma Mauricio, contemplando una suma de sentimientos, asustado por la afirmación que recién oía de un caballero tan sério y respetado e indignado por entenderla como una mentira, quisá una leyenda.

– En realidad, ese tiene más de 40 años, pero su padre, que canta aún más fuerte, con más vigor, está por estos lados por más de 60 años, y se llama Tiao.

– Y como sabe que uno es hijo del otro? Todos sabemos que los zorzales son extremadamente territorialistas y no permiten que otros canten en su territorio. Además, ellos cantan justamente para demarcar territorio, solamente en su ciclo reproductivo no todos los días…

– Justamente, mijo. Por eso es que Tiao y Eufrásio son diferentes, ellos cantan todos los días, siempre en el mismo sitio y eso ya a más de años, para ser más exacto creo que ya son 62 años, a ver… 1954, Dios mío, ya suman 62 años y ni me habia dado cuenta del tiempo… Usted sabia, mijo que hay una leyenda indígena que dice que cuando un niño escucha el canto de un zorzal, por la madrugada, será bendita con mucho amor, paz y felicidad?

– No conocía esa leyenda Don Léo, muy bonita. Pero una cosa que me ha contado me deja intrigado: ese zorzal, que usted llama de Tiao, canta desde 1954? Está correcto?

Don Leónidas pára para pensar y acaba terminando de arreglar su cigarrillo que ya estaba deshaciéndose por haber sido tan degustado. Fue cuando Don Leónidas suelta lo que estaba pensando:

– Realmente fue en 1946 que todo ocurre y después en 1954 que él se va definitivamente. Entonces son 64 años, es mucho tempo, no es mijo?

– Pero que fuelo que ocurrió, Don Léo?

– Ese día estábamos yo y mi mamá sentados aquí en este lugar, estábamos trillando el maíz, cada uno con una espiga en la mano, mi padre estaba trabajando en la cosecha. Mamá me contaba sus histórias de cuando mi bisabuelo era esclavo y era obligado a trabajar 16 horas por día, hubiera sol o lluvia, calor o frío. Fue cuando vimos a Tiao pasar corriendo desesperado por nosotros, pidiendo ayuda, era un lindo dia de primavera en 1946 y cuando miramos para arriba vimos un humo negro saliendo de la casa de Tiao. Todos de la parcela corrimos para ayudar, algunos llevaban baldes con agua, otros frazadas, cada uno a su manera queria ayudar, pero era demasiado tarde y doña Sebastiana y su hijo Victorino se murieron quemados adentro de la casa, ella tratando de salvarlo… desde ese día Tiao pierde su sonrisa y las ganas de vivir, y fue perdiendo peso, hasta que en 1954 muere, algunos dicen que de tristeza, otros dicen que de viejo. Pero en el día siguiente a su muerte, aparece este zorzal cantanto en la ventana de la casa en que Tiao vivía y que años atrás el fuego había tragado y desde ese entonces, todos los dias, haga calor o frio, sol o lluvia, viene a cantar. Y todos creen que es Tiao, que viene a llamar a su amada, en la esperanza de que aun esté viva.

– Pero y el otro zorzal? Porque dicen que es su hijo?

– El otro es Eufrásio, su hijo, que muere 20 años después, de tristeza por la muerte de su papá.

– Pero como saben que es Eufrásio? No podría ser un zorzal cualquiera?

– En la realidade Eufrasio canta igualito a Tiao, pero su canto tiene uma nota a más, tipico de zorzales padre e hijo. Los zorzales cantan siempre la misma melodia, pero la ultima generación siempre canta la misma melodia, pero le aumenta una nota, y por eso sabemos que son padre e hijo…

En aquela tarde, como en todas las otras, Tiao y Eufrasio cantaron en la ventana de la casa y Mauricio pudo disfrutar del canto de ambos, pero aún encantado con la leyenda que había oído.

 

Autor
Mellamo Alvaro Concha, tengo 4 hijos, vivo en Porto União, en el  estado de Santa Catarina, al sur de Brasil.

 

La leyenda del zorzal
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