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Cuando la mano de Dios tocó mi pecho

La pequeña niña comenzó a enfermar y ningún diagnostico ni tratamiento medico la mejoraba. Cada dia se debilitaba mas, estaba muy delgada y su cuerpo habia tomado un extraño color azuloso. Sus padres y abuelos estaban angustiados pues no lograban descubrir la enfermedad que habia desarrollado a pesar de sus incansables visitas a distintos doctores.

Ya habian pasado varios meses, y no habian respuestas ni mejoria.Hasta que un doctor descubrio que el problema estaba en su corazon, pidio su traslado urgente a Santiago, allahabia mas tecnologia y especialistas. El diagnostico fue lapidario, su corazonhabia crecido y tenia el tamaño de una niña de 16 años y ella tan solo tenia 3. Por eso motivo su cuerpo estaba azul y era normal que tuviera hemorragias nasales que duraban muchas horas. Despues de muchos examenes y estudios la unica alternativa era un transplante de corazon, era en el año 1975 y en Chile solo se habian realizado 2, por lo tanto sus padres decidieron que no, nada en esos años aseguraba exito en una tan delicada operacion. Ese dia en esa consulta el doctor tratante entrego a su madre unas gotitas para que no se fuera con las manos vacias, pero el doctor sabia que nunca masvolveria a verlas pues le quedaban pocos dias de vida.

Su madre comunico la triste noticia a la familia.

En ese momento las cadenas de oracion por esta pequeña se hicieron sentir y todas las iglesias se unieron para pedir por ella y por su recuperacion, fueron muchos los que pidieron mientras en Santiago su madre con toda la fe le daba esas gotitas que eran su esperanza. Paso una semana o quizas 10 dias y volvieron al hospital. Cuando el doctor las vio entrar se puso de pie y reconocio que esto era un milagro, que la vida de esta pequeña era obra de Dios, pues las gotitas eran solo un placebo para que su madre no se fuera sin una esperanza. Desde ese diacomenzo un largo tratamiento con otras complicaciones pero esta chiquita ya era bendecida y siempre logro superar todos los obstaculos.

Despues de 10 años ya la dieron de alta y podia volver a tener una vida normal, pero el doctor sugeria que ella no fuera madre por que su salud siempre era delicada y debia seguir tratamientos con distintos medicamentos, esta niña le dijo a sus padres que ya nunca mastomaria nada, pues Dios le habia dado la vida y solo el seria su sanador, por tanto en sus manos dejaba su vida.

Pasaron los años fue madre de 3 hermosos y sanos hombrecitos y hoy ya tiene 45 años y Dios esta presente cada dia en su vida y nunca dejara de agradecer por tantas bendiciones que le da el.

¡Dios nunca nos abandona, la fe nos lleva a Él y los milagros existen!

Autor
Meu nome é Valeria Belmar Díaz, tenho três filhos, sou empresária e moro em Temuco, uma cidadezinha do sul do Chile.

 

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